Para aterrizar las ideas expuestas en el post anterior en una fórmula práctica que sirva de guía a las empresas en la redefinición de sus estrategias de talento, proponemos cambiar el clásico enunciado : “Atraer, Desarrollar y Retener el Talento”. A partir de ahora lo denominaremos, “La estrategia de las 3 C’s del Talento” : “Captar, Conquistar y Compensar al Talento”.
¿Cuál es el significado de cada una de estas 3 c's de talento?
1) Captar
Todo lo que la empresa tiene que ofrecer a los que hoy o en el futuro formarán parte de su proyecto, tiene que quedar explicitado en una “Propuesta de Valor” a sus empleados.
Para construirla, que mejor que observar cuales son las motivaciones raíz que mueven a las personas a unirse a una organización, y una vez en ella implicarse en su proyecto.
Diferentes estudios y encuestas nos dan luz sobre “Los Factores Más Valorados de los Entornos de Trabajo”; entre ellos traemos aquí este del “Work & Family Institute and IESE”, que apunta a los siguientes 6 factores como los más valorados por los profesionales de hoy:
- Un trabajo que me suponga un desafío
- Un ambiente de trabajo que me respalde
- Una empresa que defienda valores elevados
- Que me permita compatibilizar mi vida dentro y fuera del trabajo
- Que me ofrezca la posibilidad de conseguir logros importantes
- Que me ofrezca una buena remuneración
Parece claro que el “bienestar emocional” es un valor en alza, por lo que la empresa tendrá que generar un entorno de apoyo al desarrollo integral de la persona.
La políticas para facilitar la “Conciliación entre la Vida Personal y Profesional” o la potenciación de un “Ambiente de Trabajo Saludable”, de enriquecimiento mutuo entre las personas que forman parte de la empresa, sean jefes, colaboradores o compañeros, se vuelven elementos diferenciales a la hora de presentarse como un “lugar atractivo para trabajar”.
2) Conquistar
Engloba el concepto de “Desarrollar”, pero le añade un matiz especial, el de “Motivar” , … y aún otro más, … el de “Desear la Felicidad de las Personas en el ámbito del Trabajo”, como parte integral de su felicidad vital.
Aquí es donde reside el cambio sustancial de paradigma; si la empresa pone de verdad a la persona en el centro y la mira como un fin en sí misma, pretenderá su felicidad, buscará su motivación y facilitará su pleno desarrollo. Entonces no tendrá que retenerla, porque ya la habrá conquistado.
Esto no significa que los profesionales que un día fichan por una empresa, que sigue esta filosofía, vayan a permanecer en ella durante toda su vida profesional. Muy probablemente su carrera pasará por diferentes etapas y el recorrido en dicha empresa será una parte del camino, pero mientras lo transite su compromiso será auténtico y su aportación dejará huella, pues formará parte de su proyecto personal.
Nuestro propio sentido común nos muestran que en cualquier grupo humano en el que aflore la felicidad, la diversión, la motivación, el sentimiento de valores compartidos, el crecimiento y el desarrollo personal, los resultados que se producen son normalmente excepcionales.
Aportando otro matiz al concepto de “Desarrollar”, tenemos también que avanzar desde los modelos clásicos de capacitación y formación hacia nuevas fórmulas en las que la persona aprenda mucho más de las nuevas experiencias y de las relaciones con los demás.
Así, la participación en proyectos transversales a varias áreas de la organización, la movilidad interna, las comunidades de aprendizaje o el coaching y el metoring, son vías que nos ayudarán a desarrollar en mayor medida no solo el talento individual, sino el organizativo.
3) Compensar
Desde hace tiempo venimos hablando del “Salario Emocional”, para englobar muchos de los elementos analizados en los puntos anteriores.
Siendo como hemos visto de importancia creciente, no debe sin embargo restar atención al “Salario Monetario”, ya que ambos son necesarios y cubren necesidades complementarias del individuo, que ante todo debe sentirse globalmente “bien recompensado y reconocido” por la organización a la que está contribuyendo y aportando valor.
No olvidemos que la retribución monetaria es percibida como un símbolo de “valor”, con lo que si una persona está peor pagada que otra de aportación comparable, se sentirá infravalorada por la organización.
Asimismo, la falta de dinero puede afectar a su disponibilidad y capacidad de atención hacia el trabajo. Si una persona está constantemente preocupada por su situación económica, puede que le reste energía o incluso que esté más preocupada por encontrar otro trabajo que por ilusionarse con el actual.
Así, la compensación en su conjunto, monetaria y en especie, justa y equilibrada, es una acción de gestión empresarial importantísima que marca la diferencia entre unas organizaciones y otras.
Estamos viendo como son muy apreciados los sistemas de retribución flexible, en los que el empleado decide la distribución de parte de su salario en diferentes partidas, como la formación, el alquiler de vivienda, los tickes guardería, la compra de equipos informáticos, etc, que llevan asociados beneficios fiscales y de economía de escala.
Asimismo, las políticas de organización flexible del trabajo (teletrabajo y medidas para facilitar la conciliación entre las responsabilidades laborales y personales) son altamente valoradas y están siendo percibidas como parte de la compensación.
Por último, las iniciativas y programas de reconocimiento, cuyo objetivo es felicitar y premiar a los empleados y equipos que consiguen logros importantes o que demuestran ser ejemplo de los valores corporativos, juegan un papel motivador.
Este concepto de “Reconocimiento”, se une así de manera natural al de Compensación, como elemento indispensable en las culturas que quieran promover la meritocracia, vinculando la compensación, en este sentido amplio, no sólo a la consecución de resultados sino a la demostración valores y actitudes promovidos por la organización.
Terminamos resaltando la idea de que si bien cada una de estas “ 3 C’s del Talento” tiene su propio sentido y protagonismo, el éxito estará en saber conjugarlas para construir una poderosa “Estrategia de Talento a medida de cada Organización del siglo XXI”, que lleve al EXITO con mayúsculas tanto a la propia empresa como a todas las personas que trabajan en ella.